MADEMOISELLE
ROSE BERTIN, MINISTRA DE LA MODA
No se puede
afirmar con seguridad quien fue la "primera modista", ya que a lo
largo del tiempo, desde los inicios de la costura y confección, han sido muchas
las mujeres que han practicado, evolucionado e incluso inventado técnicas,
patrones, diseños y estilos que encontramos a día de hoy en este arte. Aunque se puede consierar a mademoiselle Rose Bertin como la primera mosdista.
Cabe
destacar, que al principio y debido al papel secundario que ha arrastrado la
mujer durante siglos, fue el hombre quien abarcó el protagonismo en este campo
y se le denominó sastre, mientras que la mujer era costurera. Después, gracias
a la fuerza, constancia y gran talento de muchas de ellas, se las denominó modistas.
Como
consecuencia de esta lucha por la igualdad, hoy en día en diccionarios y
enciclopedias podemos encontrar: sastre - sastra, modista - modisto.
Distinguiendo que sastre/a es para la indumentaria de caballero y modista/o es
para señora; con algunas diferencias con respecto a la definición del femenino
y masculino de sastre/a.
Sastre: El que
tiene por oficio cortar y coser trajes. ► Sastrería: Oficio y obrador de sastre.
Sastra: 1. Mujer
del sastre. 2. Que tiene oficio de sastre. 3. En un teatro la que ayuda a los
actores a vestirse y cuida de sus trajes. ►Sastressa: Sastra.
Modista: 1. Persona
que tiene por oficio hacer prendas de vestir para señoras. 2. La que tiene
tienda de modas.
Modisto: m. Modista.
Epinay sur Seine) como la primera modista,
además fue una marchande du modes. Fue la
sombrerera y modista de la reina María
Antonieta. Fue la primera diseñadora francesa célebre, se le
acredita abiertamente el haber traído la moda y la alta costura a la palestra
pública.Se puede considerar Marie-Jeanne Rose Bertin (* 2 de julio
de 1747, Abbeville, Picardie, Francia - 22 de
septiembre de 1813,
Durante muchos siglos la ropa se confeccionaba
en las casas, en el caso de las clases menos desfavorecidas, o en el interior
de los palacios para las clases altas. Pero ninguno de estos creadores era
reconocido como tal, ni aplaudido su trabajo y tampoco venerados como gurús de
la moda.
No fue hasta el siglo XVII que los creadores,
-y hablo correctamente al referirme en masculino a ellos, puesto que eran los
hombres los que reinaban en el mundo de la moda- empezaron a tomar
posiciones en esto de las tendencias y el "ir a la moda" siendo
frecuente su presencia en las grandes cortes de la época, sobretodo París, que
por aquel entonces dictaba la moda y creaba el concepto de lujo a lo grande.

En los grandes salones se escogían las telas,
lazos, zapatos y adornos varios para que luego el creador los convirtiese en
modelos de lujo en su taller.
Era un ir y venir de creadores y mercancías
que hacían limitadas las propuestas, ya que el modisto y sus ayudantes cargaban
con todo lo que sus fuerzas podían, y aveces no era todo lo que el cliente
quería; esto obligaba a mas viajes para volver a empezar la selección.
Será en el siglo XVII cuando esta forma de
trabajo cambie para acercarse más a lo que hoy conocemos, pero esta historia se
merece un post a parte.
En este mundo, en el que los hombres se
llevaban la fama y las mujeres eran las que, por medio de sus manos, hacían
realidad los modelos, era difícil destacar para estas.
El 2 de Julio de 1747 en Abbeville, Picardie,
Francia, nace Rose Bertin, que será un referente en la moda de su época
llegando a vestir a las damas de más renombre, entre ellas la reina María
Antonieta.
Bajo el patrocinio de la reina se convirtió en
sinónimo de elegancia y de los excesos de Versalles.
La cercana
relación con María Antonieta la proveyó de una valiosa experiencia en el
significado de la moda en lo que se refiere a su aspecto social y político en
la corte.
Las mujeres se aglomeraban en torno a Bertin, que pasaba a convertirse en su sombrerera y modista; después de todo la reina la había elegido.
Los precios de Rose Bertin eran exorbitados, o al menos así lo documentaban los informes anuales de los gastos de ropa de María Antonieta en las cuentas de la modista; pues la reina nunca usaba nada dos veces.
Los trajes y sombreros de Bertin podían costar veinte veces más de lo que una hábil costurera de la época ganaba al año.
Llamada "Ministro de la Moda", Bertin fue la mente tras casi todos los nuevos vestidos de la reina. Los vestidos y cabellos se convirtieron en el vehículo personal de la expresión de María Antonieta, y Bertin vistió a la reina desde 1770 hasta su destronamiento en 1792. Bertin llegó a ser la figura más poderosa de la corte, y ella presenció y, algunas veces, efectuó profundos cambios en la sociedad francesa.
Sus largos y
ostentosos trajes aseguraban que quien los usara tomaría al menos tres veces
más espacio que su pareja masculina, en este sentido daba a la figura femenina
una imponente presencia. Sus creaciones también establecieron a Francia como
centro de la moda, y desde entonces los vestidos hechos en París fueron
enviados al resto de Europa. La imitada elegancia parisina establecía la
reputación mundial de la “couture” francesa. La creadora
también innovó en la moda francesa del siglo XVIII. En 1738
Elisabeth Vigée-Lebrun retrató a María Antonieta luciendo la famosa
"robe chemise" diseñada por Rose Bertin, lo cual fue tan escandaloso
para su época que se tuvo que pintar un segundo retrato de la reina con un
adecuado vestido de corte.

Este vestido sería el equivalente a nuestro vestido camisero. De corte sencillo, sin demasiados adornos llamativos, salvo algunos volantes en escote, puños y bajo. De silueta natural era un cambio radical al estilo exagerado que se estaba utilizando hasta entonces en la indumentaria femenina.
El escándalo estaba en que las damas
parecían ir en ropa interior.
Bertin llega a vestir a la reina Sofía
Magdalena de Suecia, a la reina María Luisa de España, a la reina de
Bohemia, a la reina de Suiza, a la Duquesa de Devonshire y a la zarina
María Feodorovna de Rusia, y otras personalidades de la época, creando un auténtico
imperio del traje desde su tienda en la calle Saint Honoré.
Después de la Revolución Francesa, la
incipiente industria de la moda se vio sumamente afectada, muchas de la
clientas de Rose Bertin vieron afectada su posición social y terminaron ellas
mismas trabajando de costureras y sombrereras.
Durante la Revolución Francesa,
cuando muchos de sus nobles clientes fueron ejecutados o huyeron al
extranjero, Bertin trasladó su negocio a Londres.
Mientras tanto, pudo atender a sus antiguas
clientes entre las emigrantes, y su moda continuó circulando por otras
capitales europeas.
Bertin regresó a Francia en 1795, donde
Josefina de Beauharnais, primera esposa de Napoleón, se convirtió en su
clienta por un tiempo, pero encontró que los excesos de la moda de la era
pasada se habían debilitado tras el fin de la Revolución Francesa.
A principios del siglo XIX, Bertin
transfirió su negocio a su sobrina y se retiró.
Murió en 1813 en su casa de Epinay, sur de
Seine.
Datos de interés
Marchande des modes, mercader de moda femenina, que
ofrecía sus servicios de estilismo, focalizándose en lo modificable, a veces
cambiando los vuelos y ornamentos diseñados para alterar y engrandecer los ya
hechos vestidos y faldas. Más allá que las telas, que ellas adornaban, era el
toque del arte decorativo de las marchande de modes que establecía la gracia de
la mujer para el vestido. Rose Bertin fue la marchande de modes que lanzó la elegancia incomparable de María
Antonieta.
La tienda de Rose Bertin estuvo localizada cerca de la
Ópera de París en la ¨rue Saint-Honore, epicentro de la moda europea. Su
establecimiento ostentaba grandes ventanas con muestras diseñados para distraer
a los transeúntes del Palacio Real. Con sus artísticos arreglos de sombreros,
chals, abanicos, lentejuelas, vuelos, flores de seda, piedras preciosas,
cordones y otros accesorios, la muestra funcionaba como el hechizo del canto de
una sirena.
una gran modista
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